¿Está UD. de acuerdo con la activación del PODER CONSTITUYENTE ORIGINARIO en Venezuela?

martes, 30 de julio de 2013

'La Constituyente' || Yon Goicoechea || EL UNIVERSAL


La Constituyente
Decir que lo más urgente es no perder espacios municipales en diciembre es demasiado palurdo

Yon Goicoechea

Leocenis García y Diego están promoviendo una constituyente. Como es costumbre, la propuesta fue desestimada por la MUD, que es experta en evadir todo lo que no es electoral. Sin embargo, convendría preguntarse si existe otra alternativa democrática para sanear los poderes públicos. Algunos dirán que debemos esperar hasta el referéndum revocatorio. Vale, pero aunque hubiese un nuevo presidente el resto de los poderes estarían en manos de la mafia. Otros asegurarán que, una vez que cambie el "comandante", los sargentos se amoldarán a los nuevos tiempos. No lo dudo, pero eso sólo indicaría que en un próximo gobierno tampoco habría justicia. 

El problema no es si la mafia está a favor de uno u otro presidente. El asunto es que, con el narco y los cubanos secuestrando las instituciones, Venezuela no será jamás una país serio. Si me conceden esto, entonces lo de la Constituyente merece una discusión razonable. Aquello de decir que lo más urgente es no perder espacios municipales en diciembre es demasiado palurdo. 

Yo he escuchado dos argumentos muy válidos en contra de un nuevo proceso constituyente. El primero es histórico y alude al hecho de que ninguna de las muchas constituciones venezolanas han solucionado los problemas estructurales del país. El segundo es jurídico-político y guarda relación con la creencia de que una Constitución, eficaz y duradera, resulta de un acuerdo social de base amplia y no de una sociedad polarizada. Comparto estos razonamientos, pero ninguno responde la pregunta clave: ¿Cómo se renueva el poder en Venezuela sin derramamiento de sangre? 

Sé que hay quien espera llegar a la presidencia para luego forzar las dimisiones de los funcionarios corruptos ¡Buena suerte! No creo que nadie que reciba un país en la devastación económica y social en la que está Venezuela tenga "muñeca" para enfrentar al resto de los poderes públicos. Pero se me hizo pequeño el artículo. Supongo que sólo quería pedirles pensar en este asunto sin prejuicios. 



¿Quién es el Soberano? || Luis Manuel Aguana

Prof. Luis Manuel Aguana

    Aclaratoria previa: no pretendo hacer una discusión académica acerca del tema, que más bien correspondería a politólogos e historiadores. No, solo me quiero referir a quien Hugo Chávez llamaba así y como usó ese término para hacerse con el poder en Venezuela por más tiempo que ningún Presidente después de Juan Vicente Gómez.

En efecto, antes de las elecciones de 1998, el entonces candidato Chávez comenzó a argumentar que era necesario realizar una Asamblea Nacional Constituyente para rehacer la institucionalidad acabada por los partidos y construir una nueva Venezuela.

Hasta allí, el discurso era coherente con su intentona de Golpe de Estado fallido que pretendía acabar con el estado de corrupción en el que había caído la elite política. Lo que no sabíamos los venezolanos era que tipo de instrumento era una Constituyente y cómo se nos aplicaría.

Al ganar el susodicho las elecciones, poder convocar al Constituyente se convirtió en un problema, entre otras razones porque ese instrumento no estaba permitido en la Constitución de 1961. Y entonces vino la famosa sentencia de la Corte Suprema de Justicia:

“El 19 de enero de 1999, la Sala Político Administrativa de la ahora extinta Corte Suprema de Justicia determinó que el alcance del referéndum consultivo consagrado por el artículo 181 de la Ley Orgánica del Sufragio y Participación Política, “es que a través del mismo puede ser consultado el parecer del cuerpo electoral sobre cualquier decisión de especial trascendencia nacional distinto a los expresamente excluidos por la propia Ley Orgánica del Sufragio y Participación Política en su artículo 185, incluyendo la relativa a la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente”. Consideró el sentenciador que, no obstante la ausencia de previsión constitucional expresa al respecto, la concepción del pueblo como detentador de la soberanía y, por ende, del poder constituyente originario, así lo permitían, concluyendo que “la soberanía popular se convierte en supremacía de la Constitución cuando aquella, dentro de los mecanismos jurídicos de participación, decida ejercerla”” (ver El Proceso Jurídico de “La Revolución” de Marisol Sarría Pietri enhttp://esdata.info/pdf/sui_generis.pdf)

Se fijaba por vez primera en el país que el Poder Originario se convertía en supremacía de la Constitución. ¡El Soberano decidía! Vaya manera de sacudirse las previsiones establecidas en la Constitución de 1961 para su propia modificación. De esa sentencia vinieron las aguas que trajeron estos lodos.

Independientemente de todas las opiniones jurídicas en relación a esta sentencia de la Corte Suprema de Justicia de 1999, esta decisión selló el camino para la Constituyente de 1999 y todo lo que vino después.

Entonces nosotros, el Soberano, en base a esa sentencia, fuimos consultados por orden del Presidente Hugo Chávez, a través del Decreto No 3, publicado en la Gaceta Oficial de la República N° 36.634 del 2 de febrero de 1999, donde se ordenaba la realización de un referéndum “para que el pueblo se pronuncie sobre la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente”.

Una vez ordenado, el CNE hizo lo propio para la organización de esa Consulta con unas Bases Comiciales establecidas por Hugo Chávez. En la Gaceta Oficial No. 36.669 de fecha 25 de marzo de 1999 fue publicada la Resolución del Consejo Nacional Electoral N° 990323-71, por la cual se establecieron las “Bases Comiciales para el referéndum consultivo sobre la convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente a celebrarse el 25 de abril de 1999” (ver documento de Marisol Sarria Pietri ya mencionado).

La manipulación expresa de las Bases Comiciales por parte del Ejecutivo Nacional decidió la composición de la Asamblea Nacional Constituyente de 1999. Y con esas Bases se votó para la convocatoria a una ANC. Unas Bases que, entre otras cosas, eliminaron la representación proporcional de las minorías logrando que los representantes del oficialismo de entonces se hicieran con 125 Constituyentes de un total de 131, con el 52% de los electores, quedando representada la oposición en esa ANC con 6 constituyentes habiendo sacado el 48% de los votos.

Al convocarse el Soberano en esas condiciones, Chávez UTILIZÓ Y MANIPULÓ al Soberano para sus fines. Se llenaba la boca en cada Aló Presidente indicando que el Soberano esto o aquello, con pleno conocimiento de haber ignorado eso en las Bases Comiciales de su llamado Constituyente.

Pero esa ANC dejo algo en la Constitución de 1999: la puerta abierta a la Convocatoria del Soberano con el 15% del Registro Electoral cuando éste lo considerara conveniente. De allí el terror de Chávez al Soberano, al punto de querer modificar su convocatoria de un 15% a un 30%, en su propuesta de cambio constitucional en el año 2007.


La previsión ahora ES EXPRESA. El pueblo Soberano, ahora con unas Bases Comiciales diferentes, que regulen democráticamente la participación, ejecución y alcances de lo que pueden hacer los Constituyentes, puede convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, sin ninguna cortapisa impuesta por NINGUN PODER CONSTITUIDO, CNE incluido. Esa es la herencia, mala o buena, de toda esta tragedia que comenzó en 1999 con esa histórica sentencia de la Corte Suprema de Justicia: El Poder Originario está sobre los poderes Constituidos. Y eso es lo que convocamos ahora.

Sin embargo, la manipulación del Soberano realizada por Chávez en 1999 pende sobre los venezolanos, quienes piensan que todos los procesos donde se les convoque serán de igual catadura. El Soberano no es aquella entelequia teórica de los libros pero tampoco puede ser el instrumento ciego de algún iluminado. De convocarse una ANC utilizando la previsión constitucional del llamado del 15% del RE, esta deberá realizarse sobre unas Bases Comiciales claras y abiertas a todos los venezolanos. Solo de esa manera ese Soberano del cual se ufanaba tanto el difunto Presidente podrá expresarse en toda su magnitud- cosa que nunca le dejaron hacer-, demostrando realmente quien es.

Caracas, 30 de Julio de 2013


Twitter:@laguana

domingo, 28 de julio de 2013

La hora de la constituyente || MANUEL FELIPE SIERRA || EL NACIONAL

MANUEL FELIPE SIERRA



En diversos sectores cobra fuerza nuevamente la idea de convocar a una asamblea constituyente, incluso algunas encuestas registran una opinión favorable al respecto. Este es un tema que siempre ha estado presente en Venezuela, salvo durante los 40 años de vida democrática. Henry Ramos Allup recordaba recientemente que “en 202 años hemos tenido 26 constituciones y 92 actos constituyentes”.

En las recientes primarias para escoger al candidato opositor, Diego Arria resucitó la propuesta; y quienes abogan por un proceso de transición que facilite la reconciliación y el restablecimiento de las instituciones democráticas la consideran como un paso inevitable. Pero al parecer, aunque acertada, la propuesta parecía extemporánea para muchos.

Ahora las cosas han cambiado sensiblemente con la desaparición de Hugo Chávez. Nicolás Maduro conduce de alguna manera una etapa transicional en el ámbito del chavismo, pero que necesariamente deberá tomar en cuenta al resto del país para la estabilización de su gobierno. El sector opositor que considera ilegítimo al Presidente de la República también requiere de un clima que facilite el libre juego político.

¿Puede prolongarse en el tiempo un cuadro contrario al diálogo y que mantenga posiciones rígidas e incompatibles? ¿El agravamiento de los problemas nacionales no exige acaso una modificación de un ambiente de confusión y apatía con tendencia a la resignación de las grandes mayorías nacionales?

Si bien es cierto que los procesos constituyentes sirvieron en el siglo XIX como un mecanismo legitimador de golpes de Estado y reiteradas violaciones de las constituciones, también lo es que la Constituyente convocada en 1946 implicó el salto del país al sistema democrático y a la modernidad. Y que la facultad constitucional atribuida al Congreso Nacional en 1958 sirvió para derogar el texto regresivo aprobado por el perezjimenismo en 1953 y como base de cuatro décadas de democracia.

Los movimientos golpistas de 1992 que confirmaron el agotamiento del modelo bipartidista plantearon de nuevo la necesidad de una consulta de esta naturaleza, e incluso el propio presidente Carlos Andrés Pérez se inclinó por ella como una manera de superar la ingobernabilidad. En 1998 Hugo Chávez la asumió como su principal bandera y, como consecuencia de su victoria, se convocó a la Constituyente de 1999 que redactó un texto que introdujo cambios importantes pero que no se ajustó a los propósitos autocráticos del mandatario. De allí que, por la vía de las leyes habilitantes y la mayoría oficialista en la Asamblea Nacional, se haya construido un andamiaje legal que en la práctica niega algunos contenidos de la Constitución vigente. ¿No es hora de apelar al voto popular para que mediante el acto constituyente se consagren los cambios que demanda el futuro democrático del país?

Sin constituyente no hay paraíso || CLAUDIO J. SANDOVAL || EL UNIVERSAL



jueves 25 de julio de 2013 12:00 AM
¿Sobre cuál tema existe consenso nacional absoluto en Venezuela? Sin duda, tanto chavistas, como opositores e independientes hablarían de la necesidad de concretar un cambio social.

Formalmente, uno de los pasos ineludibles en el camino hacia el desarrollo de Venezuela implica la negociación de un nuevo contrato social, es decir, la estipulación de reglas de convivencia que verdaderamente reflejen los usos, modos y costumbres de la sociedad Venezolana. En definitiva, se requiere una nueva constitución para la refundación de la República.

¿Otra constitución? Sí, estimado lector, una vez más y cuantas veces sea necesario la sociedad deberá sentarse y ponerse de acuerdo sobre una fórmula autóctona de convivencia pacífica en torno a lo político, social, económico y jurídico.

¿Por qué la Constituyente les conviene a todos?

La principal ventaja política para la oposición radica en que le permitiría acortar los lapsos electorales. Esto significa que a partir de este proceso pueden llegar a Miraflores antes del 2019.

El chavismo también tiene mucho que ganar. En primer lugar, esta cruzada le ayudaría a apartar la atención de los problemas que adolece el país, particularmente el económico (inflación y escasez). En segundo lugar, tendrían la oportunidad de diseñar una Constitución a su gusto y medida, pues, entienden que la Constitución del 99 (CRBV) se quedó corta y no es revolucionaria sino reformista. De hecho, Elías Jaua afirmó en enero, con ocasión al asunto de la sucesión constitucional, que debíamos transcender las formalidades burguesas contenidas en nuestra Carta Magna vigente. En tercer lugar, ustedes controlan el CNE, de manera que podrían mover sus teclas para alcanzar la mayoría en la Asamblea Nacional Constituyente para que la constitución que de allí emane, sea ulteriormente aprobaba por el pueblo mediante elecciones.

Para los independientes, una constituyente representa la posibilidad de contribuir a establecer las bases del Estado conforme con nuestra cultura e identidad, vale decir, los valores propios de esta latitud. Pues se entiende que la actual CRBV si bien generosa en derechos y garantías, contempla un estado de Derecho importado, un sistema principalmente positivista-liberal-burgués que fue innovador en el siglo XVII pero que ha quedado desfasado frente a las nuevas realidades del siglo XXI.

Desventajas para los sectores interesados

Para el gobierno, todo escenario electoral de importancia nacional e internacional (presidenciales, referéndum y constituyente) siempre será un arma de doble filo ya que, por una parte, coloca en tela de juicio la continuidad de su revolución y le obliga a negociar con los máximos custodios del poder (los militares) y, por otra parte, la ruta electoral fraudulenta ha sido, hasta ahora, su mejor fuente de relegitimación.

Con respecto a la oposición e independientes, el problema real del fraude electoral les impone un desafío, en caso que los constituyentes chavistas ganen mayoritariamente de forma ilegal o que una eventual constitución chavista sea aprobada en elecciones fraudulentas, deberán revertir la trampa o el castrismo a la venezolana se perpetuará en el poder indefinidamente, por su culpa (quien no es peón que no se alquile, reza el refrán).

Conclusión

La sociedad venezolana no es ni liberal ni castro-comunista. A pesar de los pesares, el país necesita tomar definitivamente un rumbo concreto y por la calle del medio, ya sea socialista autoritario o democracia a la venezolana. Mientras no nos sinceremos en cuanto a lo que somos, lo que queremos lograr como sociedad y tengamos un proyecto profundamente venezolano plasmado en una hoja de ruta, seguiremos a la deriva, involucionando y perdiendo ventaja competitiva con el resto del mundo. ¡Todo depende de nosotros!

@SocialClaudio

Leopoldo López no descarta un llamado a constituyente || EL NACIONAL

El dirigente nacional de Voluntad Popular indicó que se debe “pasar de la indignación a la acción a través de la protesta cívica"


Leopoldo López, dirigente nacional de Voluntad Popular, indicó que en el país han aumentado las protestas por diversas razones y se comprometió a seguir acompañándolas desde Voluntad Popular.


"La página del 14-A no la hemos pasado, por eso debemos pasar de la indignación a la acción a través de la protesta cívica", dijo.

No descartó la posibilidad de realizar una constituyente para disolver los poderes del Estado, propuesta hecha por el editor del semanario 6To Poder, Leocenis García.

Manifestó que seguirán trabajando para impulsar "activamente la voluntad de cambio a través de los caminos planteados en la Constitución".

“No podemos quedarnos pasivos ante lo que está ocurriendo en el país, tenemos que convertir esa indignación en protesta y acción, en un señalamiento claro de quienes son los responsables de la escases, de la inflación, de la inseguridad y de la impunidad. Ante eso tenemos que reaccionar, no estamos para esperar 6 años a que se dé un cambio en Venezuela, no estamos para esperar a que el gobierno termine de destrozar el país, a que termine de hambrear y marginar al pueblo venezolano. No puede haber paz y estabilidad cuando hay injusticias” al tiempo que subrayó que “la línea de acción debe ser la enmarcada en la constitución, de manera pacífica y democrática”.

Una Constituyente es la única oportunidad institucional que tenemos || Diego Arria

DIEGO ARRIA: Cien días después estamos ante un horizonte sin salida convencional

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Una Asamblea Constituyente es la única oportunidad institucional que tenemos para refundar la República y promover la reunificación nacional.

Esto es lo que Hay

No importa que Nicolás Maduro sea o no colombiano. No importa si es agente de inteligencia cubano, o si es un usurpador fraudulento. La realidad es que el heredero del perverso legado de Hugo Chávez ocupa de facto Miraflores, despacha desde la calle (en abierta y continuada campaña electoral) y el mundo lo reconoce como tal.

Es tan así, que la Doctrina Betancourt, adoptada por la OEA para desconocer a las dictaduras, ha sido sustituida por la misma OEA por la Doctrina Maduro, que sirve para perpetuarlas y legitimarlas por la vía del fraude electoral.

El país que se aferró a la esperanza que representaba la candidatura unitaria de Henrique Capriles no pudo salir a defender su victoria. Sin dudas las opiniones sobre lo acertado o no de esta decisión siguen divididas en cuanto a si entre el 14 y el 17 de abril perdimos una oportunidad única y más que legítima de hacer valer una victoria electoral que demandaba acciones pacíficas pero firmes.

En efecto, en la madrugada del 15 de abril, con un mensaje claro y firme, nuestro candidato aseguró que no reconocía el resultado proclamado por el ministerio de elecciones del régimen. Pero con el paso de los días se le ha venido reconociendo por la vía de los hechos, y el mundo lo ha entendido así.

Gandhi era pacifico pero no pasivo

En este contexto es indispensable recordar lo que Gandhi advertía “…no invoquen el recurso de la no violencia para encubrir su impotencia”. Y agregaba “No puedo enseñarles violencia porque no la comparto, pero si a no humillarse, ni bajar la cabeza ante nadie, aún a costa de sus vidas”

Muchos no quieren reconocer que el intento de golpe de Estado del 4 de febrero de 1992 sigue en pleno proceso. Cada día, en medio del ataque a la disidencia el golpe prosigue y, con él, el deslave de una sociedad que se resiste –quizá como un mecanismo de defensa– a advertir que cada uno está condenado. Nunca piensan que serán ellos las víctimas, sino los otros. Tal actitud ha minado el sentido de solidaridad, indispensable para activar una sociedad.

Durante los últimos cien días el país ha visto agonizar su esperanza, en procura de la perfección del tiempo de Dios. Hemos comprobado que la vía electoral, aun triunfando, no sirve para nada por no tener los medios para imponer ese triunfo y; nos falta entender y aceptar que todas las señales indican que es el momento de romper el secuestro de los poderes por medio de una salida absolutamente institucional, democrática y constitucional.

¿Y cómo?

Las puertas están cerradas desde el punto de vista de la institucionalidad establecida, lo que obliga a construir una Alianza Nacional para la Paz y la Reunificación Nacional para realizar una Consulta Popular prevista en la Constitución que permita convocar una nueva Asamblea Nacional Constituyente (ANC)

Se impone reconstruir al país y reencontrarnos como venezolanos. Cada día que pasa es un día menos que tenemos para detener la destrucción sistemática de nuestro país y de nuestras libertades. Cada día que pasa es un día menos de esperanza para los venezolanos. Siendo un demócrata convencido, soy de la idea de que solo un pueblo puede encontrarle salidas a su propio destino.

No puede negarse que una iniciativa de esta naturaleza implica riesgos que será indispensable analizar previamente en un debate nacional supra partidos y luego validarlo en una consulta popular. Pero lo que no creo sea cuestionable es que si seguimos el curso de los acontecimientos perderemos el país.

La Constitución de 1999 nos deja una salida democrática y civilista a través del llamado a una Asamblea Nacional Constituyente. Recorramos esa vía, convoquémosla y refundemos la República. El tiempo se agotó. 

Una Fuerza Armada imbuida por el espiritu que inspiró el 23 de enero de 1958 

Para refundar la república en paz, la participación de una Fuerza Armada que le dio entrada a 40 años de democracia, de libertad y modernidad no solo es importante. Es esencial, es imprescindible. 

Sin la FAN no podremos recuperar la soberanía rendida ante la dictadura comunista cubana, gracias a un acto de traición a la patria que sigue consolidándose. 

Entiendo perfectamente que la Fuerza Armada no está representada, toda ella, en su cúpula jerárquica. Si así fuese, y no lo creo, Venezuela estaría atrapada por una organización absolutamente aborrecible. 

Reducir a los integrantes de la Fuerza Armada a una acción represiva brutal, es condenar a todos los oficiales, suboficiales, clases y soldados al repudio de los venezolanos. 

Cuando ya se contabilizan más de 160 mil muertes por obra de la impunidad, la peor defensa es la pasividad. Una pandilla asociada a las peores y más nefastas causas de la humanidad que ha secuestrado al Estado 

Debería obligar a la dirigencia opositora oficial a un ejercicio elemental de humildad, de admitir que semejante realidad desborda no solo a un individuo sino a las cúpulas de los partidos que la integran. 

A lo largo y ancho del país, en las redes sociales, en mis conferencias dentro y fuera de Venezuela, en los “Cafecitos con Diego”, en los innumerables tuitcams que hemos hecho, hay dos frases contundentes y motivadoras que marcan: “El día en que los venezolanos nos unamos, nos vamos a maravillar de las cosas que juntos podemos realizar”, porque “Venezuela no saldrá en partes. O sale toda, o no sale” 

Diego Arria 

Caracas 23 de julio 2013

@Diego_Arria


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Reconciliación Constituyente || Luis Manuel Aguana

Luis Manuel Aguana


Uno de los aspectos menos desarrollados de esta solicitud que muchos estamos realizando en relación a la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente lo constituye el tema de la Reconciliación Nacional. Y hay un error que subyace en este término “Reconciliación” que mata voluntades.

Si yo les dijera que este proyecto no tiene como objetivo principal desarticular todos los Poderes Públicos y desalojar de ellos a todos aquellos que ilegítimamente lo ocupan, ¿ustedes me creerían? No, ¿verdad? Pues eso es precisamente el problema con esta iniciativa. Porque si bien es cierto que el daño que hizo Hugo Chávez en la institucionalidad venezolana fue muy profundo, no menos cierto fue que la herida más grave que infringió consistió en haber distanciado a los venezolanos por razones políticas.

El odio, el resentimiento, el pensar en que no podíamos construir nada juntos sino que había que arrasar con el adversario para conseguir objetivos políticos, es el combustible que ha mantenido prendido el motor de esta locura llamada Socialismo del Siglo XXI. Eso no había pasado nunca en Venezuela. Ni siquiera en la guerra de Independencia los venezolanos estuvimos tan distanciados. Eso de “ni agua al enemigo” no funcionaba aquí. La manera que encontró Chávez de mantener unida a su gente fue desatar un odio ciego al resto de aquellos que no pensábamos como él.

El insulto, la descalificación, el lenguaje escatológico llegó a ser moneda corriente en los discursos del extinto Dictador. Nada de creer que nosotros, los que estábamos del otro lado, existíamos o merecíamos respeto por ocupar un espacio de importancia en el país. Y eso originó una reacción de la misma magnitud y en el sentido opuesto. Simple física de acción y reacción. Resultado: bandos irreconciliables que no pueden ponerse de acuerdo en las cosas más simples. Salvo, por supuesto, aquellos “opositores” que hacen negocios con el gobierno. A esos no los tomo en cuenta en este análisis.

Los herederos del gobierno de Chávez aun llevan esa bandera. Pero son solo aquellos a quienes les conviene mantener ese estado de odio. Les funciona bien. No les interesa que congeniemos y le busquemos juntos soluciones a los problemas. Hay que mantener el odio. De nuevo, eso les funciona bastante bien.

Todos, de una manera u otra hemos caído en ese odio visceral. Y ese es el combustible del Diablo. Es la energía que lo mantiene vivo. Y lo más brutal es que de una u otra manera nosotros lo mantenemos vivo porque ellos lo mantienen vivo. Cuando hacen cosas como echarle los motorizados violentos a una marcha estudiantil pacífica, eso acrecienta el odio hacia ellos. Cuando hacen apartheid laboral, aumentan nuestro odio. Cuando declaran indicando majaderamente que hicieron trampa en las elecciones “¿y qué?”, eso provoca una arrechera inenarrable.

Entonces, ¿cómo rompemos ese círculo vicioso y lo convertimos en un círculo virtuoso? No soy aquel de los que piensa abrazarse con nadie y menos aun con los delincuentes que han acabado con el país. Hay que reconocer objetivamente cual es el problema para poder resolverlo. El odio y el resentimiento definitivamente es un tema que tenemos que abordar.

¿Y cómo se aborda ese problema? Primero tenemos que quitarnos de la cabeza que el proceso Constituyente es un instrumento de venganza. Porque si no lo hacemos de esa manera la Constituyente no podrá ser el Pacto Social que buscamos firmar todos los venezolanos para que este país tenga estabilidad política de largo plazo.

En segundo lugar, identificar quienes dentro de las posiciones del gobierno son los primeros instigadores de ese odio que no nos deja pensar. No diré nombres aquí pero ya me figuro que ustedes piensan en los mismos que yo. Hay que hacer un ejercicio de neutralización mental y trabajar en ello. No es fácil.

En tercer lugar debemos pensar que cuando se convoca al Constituyente, es a todo el pueblo de Venezuela, chavistas y no chavistas. O mejor dicho, a quienes estuvieron de acuerdo con las ideas del difunto Hugo Chávez y a quienes no estuvieron de acuerdo con esas ideas. ¿Se dan cuenta como nos dividió ese sujeto? Los que incitan al odio permanente son un mínimo despreciable. Lo que hay es venezolanos que lloran por ese loco del “por ahora” de 1992 y que de ninguna manera se ven reflejados en esa banda de malandros que están en el gobierno. ¡Hay que hacer esa diferencia muy importante!

Pues bien, hay que convocar a todo el mundo y convencer a aquellos que no piensan como nosotros, que lejos del odio que nos han hecho sentir, hay un país que construir porque todos vivimos aquí. Que ellos van a tener sus representantes en esa Asamblea Nacional Constituyente y que esta no será manipulada por este CNE corrupto. ¿Qué cómo se hará eso? Ya lo veremos.

Y esos representantes de todo el país, tanto los de ellos como los nuestros, serán convocados para discutir UN PROYECTO DE PAIS. Que no es que nadie se va a imponer allí. Y que las decisiones de ese Constituyente deberán UNIRNOS SIN ODIOS en lo que habrá de ser la Republica de Venezuela, al menos, para los próximos 100 años.

Este objetivo será tergiversado por el gobierno, y entérense, también por la oposición que está con el gobierno. Mandarán a sus siguises tarifados por la prensa, aquellos que hablan complicado y en términos que no se encuentran en el diccionario, para decir que nosotros los atropellaremos y que ellos representan a la verdadera oposición, que los estamos engañando.

Pero mataremos al odio y el resentimiento. El Poder Originario representado por todos los venezolanos Constituyentes, de uno y otro bando, electos sin trampas, desmontarán los poderes constituidos, pero también deberán hacerlo con justicia. No puede haber cabida para otra cosa.

La tarea de reconstrucción que nos queda por delante luego de sentar las bases constitucionales necesarias para reorganizar al país requiere de una grandeza de alma como venezolano y un gran sentido de la justicia de todas esas personas que se reunirán para darnos otro país. Además de ser un proceso político este proceso lleva consigo una alta dosis de comprensión humana por parte de ambos bandos en que fue dividido el país. Estoy seguro que si escogemos bien a esos venezolanos de ambas partes, podremos encontrarnos de nuevo.

Caracas, 23 de Julio de 2013

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Raúl Emilio Baduel: “En el 98 una parcialidad política del país secuestró ese Poder Constituyente Originario”

Raúl Emilio Baduel, hijo del exministro de Defensa, Raúl Isaías Baduel, participó en la entrevista de 6to Poder Radio, en la que abordó el tema del Poder Constituyente, señalado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la que calificó como una “salida cívica, pacífica y viable” a la situación que vive el país, el que puede activarse en cualquier momento del período constitucional de las políticas el país. Baduel destacó que el llamado de activar el Poder Constituyente Originario, es un mecanismo sumamente importante para el país, pues esta rescataría el sistema del estado, el que a su juicio está “carcomido”, y “devolvería la legitimidad a los poderes del Estado venezolano”, los que destacó que se encuentran “subordinados a una parcialidad política”. Informó que uno de los mecanismos necesarios para la activación del Poder Constituyente es a través de la solicitud del 15% de la población electoral, mencionó que esta iniciativa puede ser tomada por el Presidente de Venezuela, así como las dos terceras partes de los integrantes de la Asamblea Nacional. De igual modo mencionó que la activación del pueblo es inédita, pues a su juicio, en comparación a los hechos de 1998, lamentó que “una parcialidad política del país secuestró ese Poder Constituyente Originario y lo llevó para un beneficio propio de ese sectarismo, de esa parcialidad”, agregó que afortunadamente la constitución de 1999 se prevé este beneficio, por lo que la esta acción sería respaldada por la carta constitucional. En cuanto al respaldo con el que cuenta la ciudadanía con el artículo 350 de la Constitución, destacó que este es ”garantía del desafío político no violento, es garantía de la activación del poder constituyente originario por parte de la población”. Baduel destaco que “la preocupación latente” que existe en diversos sectores del país, por la activación de este mecanismo, aseguró que estas personas se han estado reuniendo para activar este mecanismo, el que es un asunto de todos, por lo que invitó a la ciudadanía reunirse con federaciones, grupos y sindicatos para discutir esta salida a este “desorden” que hay en el Estado venezolano.


¿Por que Constituyente? Raul Emilio Baduel 6to Poder Radio 3


El Poder Constituyente es de naturaleza POLÍTICA, no Jurídica.

¿Por que Constituyente? Raul Emilio Baduel 6to Poder Radio 2



La Titularidad del Poder Constituyente

¿Por que la Constituyente? Raúl Emilio Baduel 6to Poder Radio 1


¿Que es el Poder Constituyente?

Entrevista al Prof. Santiago Guevara || La Constituyente y el momento transicional



sjguevaragarcia@gmail.com / @SJGuevaraG1

Entrevista al Prof. Luis Manuel Aguana || La Constituyente es la salida


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El Profesor universitario, con más de 30 años de experiencia y egresado de la Universidad Central de Venezuela, Luis Manuel Aguana, conversó este martes, en exclusiva con 6toPoderRadio realizando un análisis ante el panorama de la activación de un Poder Constituyente Originario.

En este sentido, Aguana explicó por qué una Constituyente, el pueblo está buscando salidas al tema político que ocupa el país en la actualidad, el entrevistado afrmó que se apostó por las elecciones del pasado 7 de octubre y luego las del 14 de abril y que fueron perdidas “técnicamente, estableciendo un callejón sin salida por parte del Consejo Nacional Electoral y Tribunal Supremo de Justicia”

De esta manera, el Profesor señaló que el pueblo no busca salidas como un golpe de Estado, el ciudadano busca canalizar su descontento desestimulo “por el robo destapado de las elecciones presidenciales”. Ante esta coyuntura se propone está vía pacífica y constitucional, establecida en el artículo 347, 348 y 349 de la Constitución Nacional donde señala que con un 15 % de la población electoral puede convocar al soberano a construir las bases del país, unificando.

Asimismo destacó que la Constitución no establece un tiempo específico para llamar a elecciones luego de otras, lo diferenció con el llamado revocatorio a un cargo popular, “lo que se está solicitando, es lo mismo que solicitó el presidente Chávez en 1999 cuando se buscaba derogar la Constitución del 1961”.

Aguana afirmó que un grupo de ciudadanos se ha reunido de forma informal, manifestando su preocupación ante el conflicto de “desunión de los ciudadanos (..) Se está dando los primeros pasos para presentar formalmente el proyecto de la Constituyente”.

Finalmente señaló que las grandes élites de los partidos de la oposición están enfocados en las elecciones municipales, “yo no digo que no se importante, pero no se puede priorizar lo importante sobre lo urgente”.


Twitter:@laguana

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Entrevista al Cdno. Raúl Emilio Baduel 6to Poder Radio || @RBADUEL: “El Poder Constituyente nos rescataría del sistema carcomido del Estado venezolano”


Raúl Emilio Baduel, hijo del exministro de Defensa, Raúl Isaías Baduel, se refirió al Poder Constituyente que señala la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, lo que destacó como una “salida cívica, pacífica y viable” a la situación que vive el país, pues es la activación de un Poder Constituyente Originario y puede activarse en cualquier momento del período constitucional, para el cambio de las políticas el país.

Baduel destacó que el llamado realizado por su padre en el año 2007, de activar el Poder Constituyente Originario, es un mecanismo sumamente importante, pues esta rescataría el sistema del estado, el que a su juicio está “carcomido”, y “devolvería la legitimidad a los poderes del Estado venezolano”, los que destacó que se encuentran “subordinados a una parcialidad política”.

Destacó que la activación del Poder Constituyente tiene diversos mecanismos uno de ellos sería a través de la solicitud del 15% de la población electoral, en la que los ciudadanos pueden reactivar una constituyente, esta iniciativa puede ser tomada por el Presidente de Venezuela, así como las dos terceras partes de los integrantes de la Asamblea Nacional.

El hijo del general Baduel, mencionó que la activación del pueblo es inédita, el que en 1998 se realizó“lastimosamente una parcialidad política del país secuestró ese Poder Constituyente Originario y lo llevó para un beneficio propio de ese sectarismo, de esa parcialidad”, agregó que afortunadamente la constitución de 1999 se prevé este beneficio.

Se refirió al polémico artículo 350 de la Constitución pues a su juicio este es “garantía del desafío político no violento, es garantía de la activación del poder constituyente originario por parte de la población”.

Al mismo tiempo, mencionó “la preocupación latente” que existe en diversos sectores del país, por la activación de este mecanismo, aseguró que estas personas se han estado reuniendo para activar este mecanismo, el que es un asunto de todos, por lo que invitó a la ciudadanía reunirse con federaciones, grupos y sindicatos para discutir esta salida a este “desorden” que hay en el Estado venezolano.

martes, 23 de julio de 2013

Raúl Isaías Baduel: Un Gobierno ilegítimo se afana en destruir al país || El Carabobeño

Raúl Isaías Baduel




El exministro de la Defensa Raúl Isaías Baduel, razonando sobre la situación económica, política y social que atraviesa Venezuela, compartió un texto, escrito desde la Cárcel Militar de Ramo Verde, en el que explica qué pretende alcanzar este Gobierno con sus políticas y cómo los ciudadanos de ambas tendencias padecen esta situación. 

A continuación el texto completo: 


Hoy 23 de julio haciendo un balance político, económico y social, donde lo político es cumbre en la escena, un ilegitimo Gobierno se centra en un proyecto de destrucción del país en todos sus órdenes; particularmente en su Institucionalidad democrática, con un despropósito llevado a cabo por unos individuos quienes defraudan a Venezuela, por lo tanto cada vez más se acentúa en el sentir de la gran mayoría de los Venezolanos la certeza que el Estado no está cumpliendo ni siquiera regularmente bien las funciones que la Constitución vigente le asigna y, además piensan que no existen salidas ni soluciones prácticas, eficientes, viables, legales y democráticas a la crisis planteada. 

Independientemente de su filiación política, todos los venezolanos se sienten inseguros, sienten y padecen que el sistema de salud pública no les responde debidamente, sienten que la educación pública en todos los niveles es deficiente y, lo que es peor la avasallante actitud contra aquellos sectores que funcionan eficientemente como las Universidades, las cuales son cercadas y despojadas de su autonomía para convertirlas en simples plataformas de ideologización. 

Además, sienten que no cuentan con un sistema de seguridad social capaz de garantizarle una vejez digna. Asistimos entonces al establecimiento de un PARA-ESTADO, al margen de la Constitución Vigente y con la venía servil de los demás poderes constituidos, los cuales se supone deberían actuar como controladores y contrapeso de aquellos que con clara vocación comunistoide totalitaria ejercen el poder. 

Este PARA-ESTADO ha venido cometiendo toda clase de atropellos e ilegalidades contrarias a la lógica de la existencia de un Estado. El Estado Venezolano, en la deformada versión que nos presentan sus provisionales detentadores, no asegura la convivencia PACÍFICA, ni la vida histórica de la Sociedad Venezolana, porque lejos de haber eliminado la violencia y la polarización extrema en las relaciones entre los individuos y grupos que forman nuestra población, el PARA-ESTADO, las ha fomentado. 

Este modelo de falsificación del Estado que padecemos es anti-democrático y se devela día a día como una anti-democracia que se ha ido construyendo al margen de la voluntad y deseos expresos de la Sociedad DEMOCRÁTICA Venezolana, ratificados el 02 DE DICIEMBRE DE 2007 mediante un NO rotundo a la propuesta de mal llamada y derrotada reforma constitucional, y en el proceso electoral del 14 DE ABRIL DE 2013 donde un pueblo verdaderamente democrático, con el ejercicio del VOTO, se enfrentó a la descarada estructura viciada de un sistema perverso de gobierno. 

Lamentablemente hemos presenciado también una aberración con el poder judicial y su actuación abiertamente partidizada y postrada ante la voluntad de unos pocos. De esto se desprende que no tenemos un solo orden jurídico, cuya existencia es condición fundamental para la realidad de un ESTADO DEMOCRÁTICO, DE DERECHO y DE JUSTICIA está carencia quebranta el objeto de: “Asegurar el control de las autoridades públicas”, como lo estipula nuestra Constitución vigente. 

Al analizar la constitucionalidad de estos disparates jurídicos disfrazados de leyes, la misma queda en entredicho. No sólo los elaborados bajo el manto de leyes habilitantes pasadas, sino también aquellos promulgados por supuesta “iniciativa” de la Asamblea Nacional. “Leyes” que se contradicen entre sí y que no están lógicamente conectadas con la Constitución, actos administrativos bajo la forma de resoluciones ministeriales o providencias emanadas de entes adscritos que refutan a las leyes y que se dan siempre con el aval de la Sala Constitucional en una manifestación de la adopción de la prevaricación como práctica rutinaria y subversión del orden jurídico. 

Los peligros de dejar al poder sin control, aun siendo éste ejercido por reales o supuestas mayorías, ya lo estamos padeciendo; lo más grave es que han sido los poderes públicos del Estado los causantes de ésta subversión del orden legal que sustenta un APARTHEID político y nos convierte en una versión de régimen con ropaje democrático para ocultar una dictadura comunistoide post moderna. 

Ante este desalentador cuadro ¿Qué Hacer? Probablemente las tensiones sociales sigan incrementándose haciendo la situación política más conflictiva, no sería nada sabio ni razonable que el país se incendiase por los cuatro costados con todos nosotros dentro, por lo tanto no hay que caer en provocaciones de quienes anhelan y buscan una acción violenta que les permita justificar sus fracasos y arreciar la represión contra los adversarios políticos; a CORTO PLAZO entonces es necesario organizar y llevar a cabo el DESAFÍO POLÍTICO NO VIOLENTO, utilizando para ello las herramientas CÍVICAS, PACÍFICAS, EFICIENTES y CONSTITUCIONALES para retomar la senda DEMOCRÁTICA y restablecer el control de las instituciones gubernamentales mediante la planificación estratégica de acciones de no sumisión ante la fuente de poder autocrático. 

Se debe fortalecer a la población sometida por el abuso de poder en especial a los grupos sociales e instituciones independientes de la sociedad DEMOCRÁTICA y activar así una poderosa resistencia CÍVICA y PACÍFICA. Considero que es necesario, perentorio y urgente recuperar el tiempo perdido y trabajar a CORTO, MEDIANO y LARGO PLAZO en una verdadera EVOLUCIÓN educativa, con un proyecto educativo que nos permita realmente SEMBRAR EL PETRÓLEO y para ello abarque tres grandes líneas o áreas generales: La educación para el trabajo y la reindustrialización acelerada. 

En la última década hemos vivido un proceso de desindustrialización severo y la EDUCACIÓN es fundamental para el logro del desarrollo económico y la recuperación del aparato productivo nacional. La educación social para garantizar nuestra supervivencia y éxito como sociedad asegurando la formación del CAPITAL SOCIAL. El Maestro de Maestros Simón Rodríguez sostenía que: “Las costumbres que forman una EDUCACIÓN SOCIAL producen una autoridad pública, no una autoridad personal, una autoridad sostenida por la voluntad de TODOS, no la voluntad de UNO SOLO” La educación para la Sociedad Postindustrial, de la Información y del Conocimiento. (Eje Central de la Economía del Conocimiento). El insigne Venezolano Arturo Uslar Pietri propuso reiteradamente que: “Hay que sembrar el petróleo”. Sembrarlo en Ciencia y Tecnología. Sembrarlo en Investigación y Desarrollo. Sembrarlo dotando continuamente a nuestro Pueblo, desde la niñez, de las destrezas y habilidades que le permitan ser exitoso en la Sociedad de la Información. La reindustrialización acelerada, la distribución equitativa de la capacidad para generar riqueza y, por último, la preparación de nuestra Sociedad para los sistemas productivos del siglo XXI son las transformaciones urgentes y perentorias que necesitamos para superar los lastres culturales que impiden la consolidación de un verdadero y auténtico SISTEMA DEMOCRÁTICO que, por supuesto, funcione para TODOS sin discriminación por las ideas o filiación política. 

En la madrugada del 03 DE DICIEMBRE DE 2007, luego de conocidos los resultados que ratificaron la vocación DEMOCRÁTICA mayoritaria en nuestro país, con un no rotundo a la propuesta de mal llamada y derrotada reforma donde alerté que: “no era tiempo de descansar ni desmayar porque Chávez y quienes le secundan iban a imponer a troche y moche su propuesta”. Lamentablemente el tiempo me ha dado la razón, en aquella ocasión, aprovechando el ESPÍRITU DEMOCRÁTICO del 02 DE DICIEMBRE DE 2007, propuse como una herramienta DEMOCRÁTICA, CONSTITUCIONAL, PACÍFICA, CÍVICA y EFICIENTE la convocatoria a una ASAMBLEA NACIONAL POPULAR CONSTITUYENTE, solicitada por iniciativa del pueblo y evitar que otros la usen para sus perversos fines.

HOY ratifico que este mecanismo constitucional es una salida que puede poner un coto definitivo a los afanes de unos pocos de destruir al país. Su entrada en funciones puede efectivamente librarnos en lo inmediato y vacunarnos de forma definitiva contra autócratas, populistas y demagogos que quieren manosear y manipular el recurso petrolero con la falsa excusa de las satisfacción de las necesidades del pueblo y con única función de mantenerse en el poder. Que YAHVEH ELOHIM de los Ejércitos bendiga, ilumine y guíe a nuestra Amada VENEZUELA. A los 23 días del mes de Julio de 2013 desde la Cárcel Militar de Ramo Verde. 
           Raúl Isaías Baduel 









Antipolítica || Santiago José Guevara García


Por Santiago José Guevara García


Surge de nuevo el fantasma de la antipolítica. Pero, no como lo proclaman los críticos de su “siniestra” presencia. Más bien, en la paranoia de los voceros partidistas actuales y sus panegíricos. “Están locos” y “No aprendemos” nos endilga un gacetillero en un diario nacional. 

Nada nuevo bajo el sol: la eterna lucha entre conservadores del statu quo partidista beneficiario del generoso Estado venezolano y “progres” de la sociedad civil. Razón: el avance de las ideas transicionales y constituyentes en la opinión pública. O sea, la posibilidad cierta de zafarnos de malos y peores de la política venezolana.

Lo muestran las encuestas (reconocidas por los más importantes voceros de la política democrática), las declaraciones de diversas personalidades, la asunción del tema por algunos editores y medios radioeléctricos, el respaldo de instituciones de reconocido prestigio, el surgimiento de activos bastiones regionales a favor de una constituyente y la incertidumbre y atascos de la llamada “Mesa”.

Mientras tanto, la política opositora sigue sin disponer de un esquema claro de superación del régimen delincuente que día a día aniquila más a la sociedad venezolana y en su modelo exclusivamente partidista, a pesar de los múltiples llamados a la apertura, desde siempre. Lo hemos dicho al cansancio: la sola vía comicial no garantiza ganancia a la política democrática. Y la POLÍTICA, con mayúsculas, debe ser para la recuperación de la política para todos los venezolanos.

Entonces, hablemos claro: ¿quiénes son los antipolíticos?: ¿Quienes propugnamos una acción política y estratégica amplia o quienes siguen y seguirán en el electoralismo, sin lucha política firme, mientras se escudan tras sus “padrones electorales” para negociar posiciones y beneficios? ¿Quien asume un concepto de unidad nacional amplia o quien lo confina a los mermados partidos solamente? 

¿Quien dispone de un relativamente estructurado Proyecto de País o quienes no pasan de unas dispersas, miméticas y acomodaticias ideas para gobernar? 

¿Quienes se plantean someter a la consideración del país un Pacto de Gobernabilidad formal que norme y controle la actividad estatal o quienes aspiran a cheques en blanco y postdatados para gobernar? ¿Quienes proponen una estructurada Transición a la Democracia y una fase posterior de Consolidación Democrática o quienes rechazan los conceptos? 

¿Quienes se atreven a decir con claridad que estamos frente a un conflicto entre sistemas o quienes insisten en el negocio electoral? ¿Quienes entienden y asumen que Venezuela es cada vez más una entidad vacía hipotecada a Cuba, el Foro de Sao Paulo, China, Rusia, Bielorrusia y otros conspicuos socios de la geopolítica forajida alrededor del neocomunismo u otras formas de totalitarismo o consuman esa entrega?

¡Hablemos claro y debatamos! ¡Y hagámoslo frente al país! El reto lo lanzamos desde la militancia comprometida con una salida democrática al degredo resultante del actual estado de cosas. 

Para nadie es un secreto que “el sistema” no es solo el chavismo. Lo es el tinglado chavismo-“alternativos”, que vive de los recursos públicos del Estado chavista y de aquellos que persiguen (y logran) su acceso a ellos: encuestadoras acomodaticias, expertos en “marketing político”, opinadores de oficio, publicistas, informáticos electorales, “dealers” de deuda asesores de candidatos, expertos en “economía financiera” (léase “guisos” con la política cambiaria, financiera, papeles del Estado, gestión de importaciones, etc.). 

Ése es un sistema parasitario. Vive –y vive bien- de las situaciones creadas por el Estado, con el barril sin fondo de su presupuesto, irresponsablemente decidido por unos y otros, mientras la gente desespera en medio de la insólita escasez de casi todo y las pésimas perspectivas nacionales. Eso hay que cambiarlo, tan pronto como posible (dije posible, para que no se nos acuse de proponentes de la ingenuidad y la torpeza). Sin embargo, algunos solo sacan la cuenta de cuándo menguará la dirigencia de la política democrática del pasado, sin prestar atención a su propia mengua y a la desaparición del país. 

Los antipolíticos –me asumo como tal, solo para molestar- propugnamos ese cambio por una vía constitucionalmente prevista. En la cual participan todos. Por lo demás, pacífica, que convoca a consensos, revisa ampliamente la problemática nacional, reinstitucionaliza, reconcilia, provee largo plazo, etc.

Y lo hacemos con plena razón. La urgencia del cambio en los cimientos no la impuso la oposición: la tomó para sí el régimen. Fueron ellos los que anularon su propia Constitución. Ellos la niegan, pero algunos de nuestro lado, reconociendo sus fallas de origen y aplicación, se aferran a ella, no por la lógica obligación de cumplirla, como buenos ciudadanos, sino porque permite la muy beneficiosa, en términos pecuniarios, entropía constitucional.

Hago de nuevo acto de fe radical. Si tengo que asumir lo de antipolítico (que no lo soy, y de ello dan testimonio mis escritos y realizaciones), lo asumo. Si eso es necesario para salvar a Venezuela, lo hago gustoso. La relación costo-beneficio me ayuda.


*Santiago José Guevara García
(Valencia, Venezuela)
sjguevaragarcia@gmail.com / @SJGuevaraG1

lunes, 22 de julio de 2013

Del Poder Originario, Constituciones y Constituyentes || Luis Manuel Aguana

Por Luis Manuel Aguana

Les agradezco a todos los amigos que me han manifestado su opinión en relación al tema constituyente y en especial aquellos que están en desacuerdo. Yo los entiendo. Bien reza el dicho que “aquel picao e’ culebra le tiene miedo al bejuco”. Chávez le dedicó su campaña electoral de 1998 a ese tema del cual nadie de esas generaciones había oído hablar sino en los textos de historia. Habían pasado 40 años desde 1958 y casi el mismo tiempo de la Constitución de 1961.

Sin embargo, lo que en realidad estaba intentando introducir era el cambio que tenía que pasar Venezuela para su reconstrucción, no solo institucional sino política y moral dado lo “bajo” que se había caído en su conducción. Un país que ya había perdido toda esperanza, con partidos políticos en su nivel más bajo de credibilidad, le dio a este golpista la oportunidad de la conducción de su destino. ¡Imagínense! ¡Quien se hubiera imaginado que después de 14 años estaríamos peor!

Pero así son las cosas de la historia. La promesa electoral se cumplió a cabalidad a pesar que constitucionalmente “la moribunda” –como así llamara Chávez a la Constitución de 1961-, no contemplara la figura de convocar al Poder Originario para redactar una nueva Constitución, que de acuerdo al golpista, era la madre de todos los males del país.

Sin embargo, lo hizo. El Presidente logró cambiar el curso de la historia constitucional de Venezuela como ya había sucedido en el pasado con otros gobiernos, que también cambiaron la constitución a su antojo. Solo que en este caso el gobierno del nuevo Presidente utilizó el expediente de manipular las bases comiciales ignorando la representación proporcional de las minorías, haciéndose con 125 constituyentes de 131 con solo el 52% de los votos. El 48% de los votos restantes fueron representados solo por 6 constituyentes. Así se trató en Venezuela el cambio de la Constitución. Con razón se le tiene miedo al bejuco.

La nueva Constitución, “la mejor del mundo”, nació con un pecado original. Pero más allá de eso y del hecho de haberse construido una nueva Carta Magna, Chávez perfeccionó el Golpe de Estado que no triunfó en 1992, imponiendo el Poder Originario sobre el Poder Constituido que se encontraba fundamentado en la Constitución de 1961. Pasó por encima de todos los poderes, torciendo el brazo de la Corte Suprema de Justicia, que en una sentencia histórica le dio paso al Poder Originario.

Muchos piensan que la Constitución de 1961 aun sigue vigente. No soy yo quien vaya a discutir eso y de hecho me atreví a analizarlo hace más de un año (ver La Moribunda y el Pecado Original en  http://ticsddhh.blogspot.com/2012/04/la-moribunda-y-el-pecado-original.html). Pero de que la Constitución de 1999 salió porque se le dio paso al Poder Originario por encima del Poder Constituido es un hecho real y legal en este país. Y Chávez es el responsable de eso.

Ahora bien, la Constitución de 1999 dejó la puerta abierta a la convocatoria del Poder Originario (Art. 347, 348 y 349). Ningún Poder Constituido, desde 1999, puede, de acuerdo a la lógica que impuso la actual Constitución, estar por encima de ese Poder Originario que invocó Chávez para realizarla. Ningún chavista podría estar en desacuerdo con eso.

Chávez en su intento de llevar esa misma idea a todos los países hermanos y exportar su modelo constitucional, sedujo a Zelaya en Honduras y éste al tratar de cambiar una Constitución que expresamente no podía cambiarse, terminó siendo destituido y exilado. Chávez pataleó gritando en la ONU que el Poder Constituido de Honduras no podía estar por encima del Poder Originario del pueblo hondureño. El fondo fue siempre imponer el mismo modelo que se impuso en Venezuela, solo que los militares de Honduras se le adelantaron a su Presidente e hicieron respetar su Constitución.

¿A dónde nos lleva esta discusión? Al punto fundamental, que en el fondo es el mismito del difunto Presidente Chávez: en un país donde la lógica que se impuso desde 1999 estableció que el Poder Originario estaba sobre el Poder Constituido, mal podría un CNE, o Poder Electoral Constituido, decirnos como contar los votos para elegir a los representantes del Poder Originario y menos aún establecer las bases para su elección. El Poder Originario se impone.

Una convocatoria del pueblo venezolano, constituida constitucionalmente por al menos 15% de los electores del Registro Electoral, y que indique cómo se deben contar los votos de quienes habrán de elegirse como sus representantes, no puede, basado siempre en la lógica del mismo Chávez, ser rebatido por un CNE o Poder Electoral Constituido. Este no podría decirle, por ejemplo a 3 millones de electores o pueblo convocante, que sus firmas son planas o que no valen, o que se contarán los votos de una manera diferente a la dispuesta por la convocatoria de EL SOBERANO, Chávez dixit.

Y si lo ignora o desobedece, no solo estará ignorando al pueblo que justifica su propia existencia, sino que estará dejando la puerta abierta a que cualquiera intente-justificadamente, a mi modo de ver-, restituir el derecho que les asistiría a esos millones de venezolanos a pedir democráticamente la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente para reconstruir, no solo institucional sino política y moralmente al país, por las mismas razones por las cuales Chávez justificó su Golpe de Estado en 1992, ganó las elecciones en 1998 y cambió la Constitución en 1999.

Estaríamos utilizando exactamente los mismos argumentos que usó Chávez para convencer a Zelaya que cambiara la Constitución de Honduras, pasando por encima del Poder Constituido, y los mismos razonamientos que él mismo usó para pasar por encima de ese Poder Constituido en la Venezuela de 1999, haciendo letra muerta la Constitución de 1961, convocando al Poder Originario. Sin dudas creo que ese fue su mejor invento y que nuestra dura posición opositora no nos ha dejado ver y aprovechar.

Constituirnos en proponentes de una Asamblea Nacional Constituyente en esos mismos términos para hacer lo que no se hizo en 1999, es lo mínimo que deberíamos hacer los venezolanos que creemos que este desastre tiene una salida civil. ¿Y por qué? Porque los civiles no sabemos hacer otra cosa, en el entendido que la soberanía reside en el pueblo. Y si creemos que esa ANC quedará en manos del chavismo, como algunos piensan, estaremos dudando que la democracia es mayoría en Venezuela.

¿Y qué no se hizo en 1999? Respetar el derecho de las minorías a ser representadas para realizar una Constitución basada en un Proyecto País viable e incluyente, y que nos garantizara la calidad de vida que los venezolanos esperábamos en ese entonces. Deberemos realizar unas bases constituyentes que eviten una aberración como la del Kino de Chávez de 1999 e impedir que un CNE corrupto nos robe unas elecciones constituyentes. Todo eso es posible si se hace bien y responsablemente, con la ayuda de los factores verdaderamente democráticos.

Lo que definirá esta salida como una opción será el entendimiento preciso que el tema constituyente NO ES UN PROBLEMA LEGAL, SINO POLITICO. Chávez lo entendió así y con la inercia de su mayoría le torció el brazo a todo el mundo en 1999, convocando al Poder Originario a pesar del Poder Constituido. Y si los venezolanos, como lo han demostrado, no le temen a la democracia, podremos mejorar significativamente ese resultado. De lo contrario, Chávez nos ganó la partida después de muerto.

Caracas, 30 de Junio de 2013

Twitter:@laguana