Como bien ustedes recordaran, mi trayectoria pública ha estado siempre caracterizada por un profundo respeto y apego a las leyes y una defensa a ultranza de la Constitución. En los sucesos de abril de 2002 como militar activo al mando de tropas, me correspondió el privilegio de acompañar al pueblo de Maracay, al pueblo del Estado Aragua y al pueblo venezolano en la restitución del hilo constitucional, tras el tristemente recordado golpe de Estado del 11 de Abril. Por lo tanto, para nadie es un secreto que me identifico plenamente con el proyecto de país plasmado en la Constitución de 1.999, de contenido profundamente democrático que privilegia los principios de igualdad, solidaridad, participación y justicia para el pueblo venezolano, proyecto que fue el motivo de que el pueblo votara en las elecciones del 98 por un cambio a través de este modelo.
Es por estas razones que, luego de haberme tomado un tiempo para reflexionar y meditar sobre el rumbo que lleva nuestra patria y teniendo en cuenta que la nación está siendo conducida en los actuales momentos a un proceso de reforma constitucional, cuyas consecuencias hay que valorar, me siento en la obligación y el deber moral como ciudadano responsable, de establecer algunas consideraciones al respecto y alertar a todos los venezolanos ante este engaño cuyas consecuencias son inciertas.
La propuesta de Reforma aprobada por la Asamblea Nacional, constituye un cambio total en el contenido de los principios fundamentales de la Carta Magna aprobada por el pueblo venezolano en el año 1999, con la que hemos conseguido muchas victorias y avances en todos los campos. Esta propuesta no es una reforma constitucional, no es una revisión parcial ni una sustitución de alguna de sus normas, es una transformación del estado y un diferentísimo modelo de país que se manejara quitándole poder al pueblo, haciéndole ver que le convienen los beneficios que se proponen en relación a la propiedad, laborales y otros, a cambio de que el pueblo permita que todas las autoridades y el manejo del país y sus riquezas queden a cargo del Poder Ejecutivo, quitándole entonces a los venezolanos todas sus posibilidades de elegir y remover sus autoridades o gobernantes y decidir que hacer con las riquezas. Lo peligroso no es que el Ejecutivo elimine al sector privado con la excusa de distribuir mejor las riquezas entre el soberano, si no también que prescinda del Pueblo, es decir, de todos los espacios que deben ser de la sociedad tomándolos para si.
La constitución del 99 nunca entro en vigor, no es la culpable de nuestros males, muchísimas de las leyes que necesitábamos que fuesen creadas para operacionalizarla y las instituciones que están pendientes por nacer quedaron sin hacerse a pesar de haberle dado en varias ocasiones al Ejecutivo poderes habilitantes para hacerlo y no hizo lo propio. Los problemas que nos aquejan no se originan en la Constitución del 99 y pueden perfectamente ser solucionados dentro de su marco.
En primer lugar, la pregunta que todo Venezolano común debe hacerse es: ¿Es realmente necesaria una reforma de la Constitución del 99? Y ¿Qué motivos hay, para emprender este proceso justo en este momento histórico?
En la exposición de motivos salida de una Comisión Presidencial que acompaña al hoy proyecto de reforma constitucional, se muestran algunos indicios que deben ser vistos con mucho cuidado por el sabio pueblo venezolano. Allí se afirma lo siguiente (Cito):
“Reconociendo los avances de la constitución de 1999, estos no han sido suficientes para alcanzar la aspiración de la felicidad, del bien común, en una sociedad de justicia; en consecuencia, se plantea la imperiosa e ineludible necesidad de ir a un proceso de Reforma Constitucional” (Fin de la Cita)
Al respecto, debo indicar que no comparto en lo absoluto dicha afirmación, ya que mal podemos culpar a la constitución del 99 de no haber sido suficiente para alcanzar la aspiración de la felicidad y el bien común de nuestro pueblo, sobre todo teniendo en cuenta la gran deuda que con esta Constitución se tiene, porque hay leyes como ya dije e instituciones contempladas dentro del marco de la constitución del 99 que no han sido creadas y/o aplicadas. Igualmente existen otras normativas legales creadas en el marco de la constitución del 99 que aunque fueron creadas, no se aplican como se debería y el pueblo cada vez reclama más eficiencia al Estado. Por lo tanto mal podemos afirmar que la Constitución del 99 no ha funcionado, si no la hemos dotado de la capacidad operativa necesaria para alcanzar los fines que motivaron su creación aun con la facilidad de tener la mayoría en la Asamblea para hacerlo. De hecho, muchos de las reformas que se proponen en este proceso, no deberían estar contenidas explícitamente dentro del texto constitucional, sino que más bien se podrían implementarse a través de un acto legislativo apropiado de inmediato por el propio Presidente. Por lo tanto resulta absurdo querer justificar la reforma diciendo que la Constitución del 99 ha sido insuficiente cuando no le hemos dado plena vigencia.
Lo que puede hacer una reforma es avanzar sobre este mismo proyecto y perfeccionarlo, no despojar a los ciudadanos de sus derechos y darle al Ejecutivo poderes que lo hacen incontrolable por los demás poderes y por los mismos ciudadanos a quienes gobierna, siendo los pobres los más afectados porque son los más débiles ante los atropellos y la brutalidad del estado.
Este Proyecto de una nueva Constitución promueve la polarizacion y contribuye al enfrentamiento entre los venezolanos, siendo absurdo tratar de fabricarla entorno a una ideología, debiendo ser esta un pacto social de máximo consenso amplio entre todos los venezolanos, si no es así, una amplia mayoría no aceptara y tratara siempre de cambiarla aunque deba acudir a vías violentas para hacerlo. La Constitución del 99 no impide para nada ejercer un gobierno socialista, con altísimos niveles de inclusión y amplio contenido social, porque es en si misma un ambicioso programa de gobierno a favor de los excluidos y de la sociedad en general.
El fin de cualquier Constitución es limitar el uso y evitar el abuso de Poder de los Jefes de los Estados protegiendo de ello a los ciudadanos y permitir la convivencia pacifica de los seres humanos que habitan un país en el marco de la justicia, el pluralismo político, la independencia de los poderes públicos y el respeto de los derechos humanos.
Por lo tanto esta constitución, es el librito que contiene las reglas que la mayoría de los venezolanos hemos aceptado para regular nuestra vida en sociedad. Es por eso, la Ley de Leyes y la norma fundamental de nuestra nación. Por este motivo, todos sin excepción, debemos interesarnos por su contenido y por los cambios que pretenden hacerle.
Las primeras constituciones modernas se comenzaron a hacer a partir de 1789, es decir hace 218 años, con la revolución Francesa. Antes de eso, no había constituciones, por que lo que había era Monarcas Absolutos, Monarcas autoritarios que tenían todo el poder. Las constituciones nacen en esa época, precisamente para limitar el poder de los gobiernos y proteger al ciudadano del ejercicio abusivo de este, así como garantizarle al pueblo sus derechos y libertades y establecerle sus deberes. Es decir, las constituciones deben limitar y controlar el poder, no debe hacer lo contrario. Cualquier constitución que desregule y le quite límites al poder, debe ser vista con sospecha como este Proyecto.
Debió considerarse el periodo previsto de dos años como lo dice la ley máxima para poder plantear una reforma, ya que el debate tenía que ser más extenso e incluyente, y no obligado por estos dos poderes innecesariamente, de forma atropellada, mediante procedimientos fraudulentos, de una propuesta que requiere de una consulta mas amplia a través de una Asamblea Nacional Constituyente.
El contenido de la constitución puede cambiarse por varias vías, todas claramente reguladas en la propia constitución. Sin embargo, la misma constitución es explicita cuando en el art. 342 nos explica que el procedimiento de la reforma, sólo sirve para cito: "una revisión parcial de esta Constitución y la sustitución de una o varias de sus normas que no modifiquen la estructura y principios fundamentales del texto Constitucional". Invito a todo el pueblo venezolano a que lea el proyecto de reforma y se de cuenta de que la magnitud de los cambios que se están proponiendo, no se corresponde con un proceso de reforma sino que es un planteamiento en su contra.
En este momento tanto el poder ejecutivo, como el poder legislativo le están quitando poder al pueblo alterando los valores, los principios y la estructura del Estado, sin estar facultados para ello, ya que el poder constituyente reside en el pueblo, único capaz de llevar a cabo cambios de esa magnitud. El poder ejecutivo y el poder Legislativo están usurpando funciones que no le son propias.
Alerto al pueblo venezolano, a la Nación toda para que no se deje quitar lo que le corresponde. Ese poder es de todo el pueblo venezolano, no se dejen engañar. Lo increíble es que aunque estamos frente a un cambio profundo de la constitución y de nuestras vidas, grandes sectores de la población desconocen total o parcialmente su contenido y gravedad.
Debo alertar al pueblo, que según la llamada “exposición de motivos” del proyecto de reforma constitucional propuesto por el Presidente y a propósito “de la satisfacción de las necesidades de la sociedad, en la búsqueda de la equidad y la justicia social dice lo siguiente:
Concretar esto supone un largo transito en el cual, a través de etapas sucesivas, se va aproximando más en el alcance y consolidación de la estructura de una sociedad venezolana en donde imperen los nuevos valores y marcos referenciales socialistas, recorrido que es conocido por los teóricos como el proceso de la transición. La transición al socialismo puede durar muchos años, resultando un proceso de quiebre generacional.
Según esto, la motivación de la reforma constitucional, tal como se ha presentado es llevar al pueblo venezolano hacia un proceso de transición, hacia algo que se denomina de manera genérica “socialismo” sin indicar claramente a que se refiere este término. Como ya indique en otra ocasión cuando entregue el Ministerio de la Defensa, la palabra socialismo no tiene un significado uniforme y puede incluir regímenes como el de Pol Pot en Camboya y la Unión Soviética Estalinista, hasta el llamado Socialismo Nórdico o el Socialismo Democrático Europeo. ¿A que socialismo se nos quiere llevar? ¿Por qué no se le dice al pueblo claramente hacia donde se piensa conducir a la nación? Tenemos como pueblo que exigir que se nos diga claramente el destino de nuestro futuro y no se nos mienta con un supuesto socialismo a la venezolana.
Si es que se juzgaba pertinente hacer una reforma constitucional (y al respecto ya me he pronunciado negativamente), debió haberse partido de los derechos y principios establecidos en la constitución del 99 y mejorarlos a través de cambios siempre progresivos en el texto constitucional. Lamentablemente, lo que ha ocurrido, es que en vez de ir hacia una interpretación progresiva y mejorada del texto constitucional, se ha ido hacia una interpretación regresiva, sobre todo limitando los derechos fundamentales.
Cuando se analiza el contenido de la reforma, cualquiera puede darse cuenta de que ninguno de los artículos propuestos enfrenta los verdaderos problemas del país. No suministra soluciones al problema de la pobreza, el desempleo, la inseguridad personal, el desabastecimiento y la inflación entre otros, lo que si deja ver son las claras intenciones que se tienen.
Por lo tanto en el fondo, esta propuesta de reforma solo le está quitando poder al pueblo por dos vías. Primero por que usurpa de manera fraudulenta el poder constituyente del pueblo y segundo por que las autoridades de la nueva geometría del poder que se está creando no son elegidas por el pueblo.
El Poder Constituido representado solo por el Poder Ejecutivo y Legislativo esta ejecutando cambios trascendentales de envergadura usurpando el Poder Constituyente originario del Pueblo Venezolano y esto constituye un Golpe de Estado que impondrá un modelo que, de facto pasara a ser de derecho.
De culminar este proceso con la aprobación del mismo y por las vías propuestas por el Presidente y la Asamblea Nacional, se estaría consumando en la practica un Golpe de Estado, violando de manera descarada el texto constitucional y sus mecanismos, e introduciendo cambios de manera fraudulenta y por procedimientos que no son propios, llevando al pueblo como ovejas al matadero. Por lo tanto manifiesto públicamente mi rechazo a esta reforma constitucional por que además de las razones de forma antes expuestas, es una propuesta regresiva, que desmejora los avances logrados en materia de derechos constitucionales con la Constitución del 99, lo cual es un contrasentido y además le quita poder al pueblo al usurpar el poder constituyente que en el reside y al crear una nueva geometría del poder que no nace de la voluntad popular. En las Repúblicas, la soberanía reside en el pueblo. Es el pueblo la fuente del Poder Constituyente y de la Soberanía. Para garantizar eso, se hacen las constituciones. Lo contrario es regresar al absolutismo.
Pueblo de Venezuela, Infórmate sobre la reforma. Aprende lo que es una Constitución y su importancia. Defiende tus derechos y no dejes que te quiten poder de manera fraudulenta.
Hago un llamado a los Profesionales de la Fuerza Armada para que como ciudadanos y soldados, garantes de la paz y la independencia y soberanía de la Nación en nuestro país, analicen profundamente el texto que se propone.
La Asamblea Nacional al participar en esto, Las autoridades del CNE al avalar esto como legal y legitimo para un proceso de elección y algunos Magistrados del TSJ al colaborar con ello por omisión y malas desiciones, se ganaran un papel protagónico circunstancial cuyo daño causado Dios y la historia les cobraran mas tarde.
Alerto a la Nación, al pueblo venezolano, para defender nuestra constitución y les llamo a no ser indiferentes ante este asunto tan grave que cambiara la vida de todos los que habitamos este país; A las autoridades e instituciones competentes a no ser cómplices de este ilícito. La única arma democrática y legal que nos queda es votar no y defenderlo ante la pretensión de consumar rápidamente esta imposición no democrática que nos conduce a un nefasto retroceso. Acude a tu centro de votación para expresar de manera cívica tu rechazo a la reforma. Solo así podremos salvar a la patria de las nefastas consecuencias que en todo orden padeceremos todos los venezolanos si se consuma este Golpe de Estado.
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