¿Tenemos la mejor Constitución del mundo? Pareciera que muchos compatriotas compraron el eslogan oficialistas de que tenemos una Constitución ideal. Otros piensan que no es tan buena pero tampoco tan mala que impida impedir construir un mejor país. ¿Se requiere una Constituyente? A continuación resumimos el anteproyecto que somete a discusión el equipo que coordina Enrique Colmenares Finol.
Sus autores parten de las premisas de que es necesario reconciliar y reconstruir el país y de que la actual Constitución es ambigua en algunos aspectos, no garantiza la descentralización ni los abusos del mandatario de turno. Ofrecen a la discusión once ejes constituyentes: democracia y libertad, justicia y seguridad, refundación de la Fuerza Armada, autonomía regional, municipios fuertes, integración regional, mi vivienda, mi derecho, empleo y propiedad, Pdvsa y los venezolanos, jugar limpio y no al abuso de poder y rebeldía educativa. Estos once ejes cuentan con 95 propuestas.
Solo mencionaremos algunos puntos relevantes: 1- La base del desarrollo debe ser el municipio autónomo, al que hay que dotar de ingresos propios y aumentar considerablemente su número. Los concejales no pueden ser postulados por partidos políticos. 2- Parlamento regional con nuevas funciones y la mitad de miembros de la sociedad civil. 3- Descentralizar la justicia, servicios públicos de salud, educación, suministro de agua, asistencia y seguridad social, vivienda, agricultura, ambiente y recursos naturales, vialidad, turismo, cultura, deporte y promoción industrial. 4- Restablecer el Senado. 5- Período presidencial, de gobernadores y alcaldes de cuatro años con una sola reelección y establecer la doble vuelta electoral. 6- Designación por elección popular de quienes ocupen la Fiscalía, Controlaría y Defensoría del Pueblo. 7- Despolitización de organismos y empresas públicas. 8- Acciones de Pdvsa para los venezolanos. 9- Autonomía de todas las universidades. 10- Fuerza Armada no deliberante.
Como es originaria, tendrá la potestad de remover los poderes constituidos o bien someterlos al control de la asamblea constituyente. Sin duda la propuesta es polémica y amerita una amplia discusión. No será fácil recoger firmas del 15% de los votantes y hay que diseñar bien las bases comiciales para evitar, como sucedió en 1999, que con el 60% de los votantes el oficialismo obtuvo 125 diputados de un total de 131. La idea es que nadie se sienta aplastado, sino que exista una representación proporcional al número de votos. Al respecto pensamos que tenemos mucho que ganar con una nueva constituyente. Lógicamente hay que determinar el mejor momento político para convocarla. Quizá también puede ser una bandera de la alternativa democrática para animar a votar el 9 de diciembre.
Como en botica: El ruin Carreño es punto de referencia sobre lo bajo que puede caer un ser humano, ¿hay un diputado chavista decente que rechace sus vulgaridades, así como las expresiones del teniente Diosdado? Invitamos a formadores de opinión a iniciar una campaña para adecentar el lenguaje no solo en la política sino en la vida cotidiana. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
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